Prisión preventiva para policías acusados de torturar a misquito - Diario La Tribuna

Source: Diario La Tribuna

LA CEIBA, Atlántida. La Fiscalía de Puerto Lempira, departamento de Gracias a Dios, ha logrado un avance significativo en un escalofriante caso de abuso policial, según se informó.

Cuatro agentes preventivos fueron objeto de un auto de formal procesamiento y prisión preventiva. Tres de ellos están acusados de torturar a un ciudadano, mientras que una cuarta funcionaria enfrenta cargos por encubrimiento.

Los policías Erick Gabriel Amaya Pakistán, Chemo Tinglas Thomas y Ostavin Martínez Rosales fueron acusados de cometer torturas agravadas en contra de Dalios Damacio Jacobo. Asimismo, la policía Hogla Eunice Ávila Ariza ha sido imputada por presunto encubrimiento.

Jacobo fue detenido el martes 23 de abril del 2024. La razón de su arresto fue una acusación infundada sobre el extravío de dinero perteneciente a una señora, basada únicamente en su condición de ser originario de otra comunidad misquita, según lo indicado.

Los tres policías lo llevaron a la posta de Yahurabila, aldea de Puerto Lempira, donde lo sometieron a una serie de vejaciones con el fin de obtener una confesión. Las acusaciones contra el detenido ilegalmente, así como las acciones subsiguientes de los agentes, revelan un profundo prejuicio y abuso de poder, indicaron autoridades.

Durante su detención, Jacobo soportó tres días de torturas. Atado de pies y manos con aros de presión, fue brutalmente maltratado. Los policías le marcaron el pecho y el abdomen con fuego y le arrancaron varias uñas de pies y manos, conforme con su denuncia.

Tales actos inhumanos, realizados bajo el pretexto de recuperar un dinero extraviado, dejaron al perjudicado con lesiones graves en todo su cuerpo. Su testimonio y las pruebas físicas son un testamento de la brutalidad ejercida por aquellos que deberían proteger a los ciudadanos.

La liberación de Jacobo se produjo tras la llegada de la policía Hogla Eunice Ávila Ariza a la posta. Sin embargo, en lugar de denunciar las atrocidades cometidas por sus colegas, Ávila Ariza optó por el silencio, omitiendo cualquier informe que los incriminara. Esta falta de acción y su intento de encubrir los hechos llevaron a la Fiscalía a acusarla de encubrimiento.

Los involucrados en este caso han quedado en prisión tras haberse realizado la audiencia inicial el día de hoy. La historia de Dalios Damacio Jacobo no es solo un trágico incidente de tortura, sino un llamado a la acción para garantizar que tales abusos no queden impunes, señalaron autoridades. (GH)